domingo, 14 de febrero de 2010

La Meditación de la Visión de lo que Realmente Somos 9


Pragmática

No es menos cierto que los días, las semanas o los meses que siguen a la visión inicial (haya llegado ésta de manera explosiva o no) pueden estar llenos de dicha y liviandad. Nos sentimos como recién nacidos en un nuevo mundo. Pero, tarde o temprano, todo eso acaba desvaneciéndose para nuestra gran sorpresa y desilusión. "¡Ya no significa nada para mí!" Surge entonces la tentación de abandonar la meditación con la errónea impresión de que hemos perdido nuestra capacidad para practicarla. Pero si, pese a todo, persistimos en nuestro empeño, llegaremos a valorar la meditación más por ella misma que por sus atractivos pero accidentales frutos, más por su llana e insípida verdad y por la nada en que ciertamente nos sume que por el algo que solía procurarnos: y esto es un gran avance. Al perder interés por los frutos, nos aseguramos que éstos crezcan saludablemente, sin ser molestados ni perturbados, y puedan madurar a su tiempo. Mientras tanto -y siempre- lo único que debe interesarnos es alimentar la Raíz.

Douglas Harding

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