miércoles, 29 de diciembre de 2010

Taller 1.17


Cuando yo era joven, se nos dio un pequeño sermón: «La extremidad del hombre es la
oportunidad de Dios». ¿No es ésta la extremidad de ustedes? Esto es muy concreto. ¿No es Aquí donde su humanidad se cambia en su Divinidad, en su Budeidad, en su Naturaleza Verdadera? ¿No ocurre ello sólo en este lugar mágico? Nosotros nunca miramos a este lugar. Naturalmente, esto no se aplica a los demás, solo a ustedes que cambian de lo que parecen a lo que son. Helo aquí. ¿Desde qué están mirando ustedes ahora?

Douglas Harding

sábado, 25 de diciembre de 2010

Taller 1.16


Una última cosa: ustedes han hecho remontar su mirada a lo largo de su cuerpo (de hecho la han hecho descender), y han encontrado un lugar, una línea, donde las cosas se cambian en Nada; donde el mundo se cambia desde lo que parece a desde donde viene; donde ustedes acaban como una persona y comienzan como su Verdadero Sí mismo o No-sí mismo o Naturaleza Verdadera; donde su forma, que es para verla, deviene el Vacío, que es el que ve. ¿Podrían ustedes trazar ahora una línea con su dedo de un lado a otra de su camisa o blusa donde ella desaparece? Es como si las polillas hubieran estado en su camisa y se hubieran comido la parte superior de ella. Tracen una línea ahí, y entonces levanten y extiendan sus brazos hasta que estén horizontales. ¿No alargan estos brazos la línea que ustedes han trazado? Ellos son
los brazos de Dios. Cuando salen de un ser humano, cuando salen de una cabeza y hombros, como les ocurre a los demás, los brazos son humanos. Pero cuando salen de esta Claridad, de esta Ausencia, entonces son realmente los brazos de Dios. Ustedes están rodeando el universo con sus brazos. Sus manos están tan lejos una de otra como el este del oeste, ¿no es cierto? Una enorme distancia las separa. Sus brazos van realmente hasta el confín del mundo. ¿No son sus brazos los brazos del Amor mismo?

lunes, 20 de diciembre de 2010

Taller 1.15


Nosotros siempre estamos mirando A las cosas. ¿DESDE QUÉ estamos mirando? El gran
poeta alemán, Rainer María Rilke, dijo: «Y nosotros espectadores que siempre, siempre miramos a las cosas, y nunca desde algo. ¿Quién nos ha vuelto así?»

«Ah», pueden decir ustedes: «mirar a las cosas, eso es mirar realmente. Mirar a la Nada, eso no es mirar realmente». Yo pienso que es al revés y que cuando yo miro a una cosa, solo la vislumbro. Una cosa es tremendamente complicada. Lo primero de todo: yo solo veo su frente. No veo los lados ni la parte de atrás. No veo el interior. Tengo que escudriñarla debido a que es muy compleja. No puedo abarcarla toda. De la misma manera, yo solo atisbo el mundo. El mundo es en este sentido invisible para mí. Pero cuando miro Aquí, veo Esto con absoluta autoridad y claridad. Ésta es la verdadera visión. He aquí por qué Shen Hui, un maestro chino del siglo nueve o diez, dijo: «Ver en nuestra naturaleza Vacía, Ver en Nada, esto es el ver verdadero, esto es el ver eterno». Ver a Quien su dedo está apuntando, ver Quién son ustedes, es más evidente, más auténtico, más completo, más ver verdaderamente que ver su dedo, o cualquier otra cosa en el mundo. La única cosa que podemos saber realmente es Quién somos. Por supuesto, Quien ustedes son permanece totalmente misterioso. Pero no hay nada Aquí sobre lo que equivocarse. Es la Claridad misma. Quien nosotros somos, real, realmente es un Pedazo de Pastel. Está presente. Es evidente. ¿No es absolutamente evidente?

martes, 7 de diciembre de 2010

Taller 1.14 Primer experimento


¿Querrán ustedes mirar a su dedo índice, que es el gran instrumento que empleamos aquí, y mirar también a lo que su dedo está señalando? Comiencen apuntando al techo. Ustedes verán que su dedo es una cosa, y que está señalando a otra cosa. Puede ser una lámpara. Ambos tienen color, ambos tienen forma, ambos tienen posición. Su dedo está apuntando a una cosa.
Ahora bajen su dedo, y apunten a la pared justo debajo del techo. De nuevo, a lo que ustedes están apuntando tiene color, lo mismo que su dedo tiene color, y tiene forma, lo mismo que su dedo tiene forma. De modo que es una relación de cosa a cosa, ¿no es cierto?
Ahora bajen su dedo aún más y, debido a que yo estoy a mano, ustedes pueden apuntar a
la cabeza de Douglas ahora. Ustedes están apuntando a una bola de carne más bien decrépita y vieja con barba. Ahora apunten al cuerpo de Douglas. Ahí está él, al derecho, con la cabeza arriba y el vientre y lo demás.
Ahora apunten al suelo. Ustedes verán de nuevo una cosa apuntando a una cosa, un dedo
coloreado apuntando a un suelo coloreado. Ahora apunten a su regazo, háganlo por favor, y encontrarán la misma historia. Ahora apunten a su vientre. Por el amor de Dios, no me miren a mí. Miren a su dedo. Está más o menos a treinta centímetros de su vientre. Ustedes pueden ver otra vez que es una relación de cosa a cosa. El dedo es de un cierto color, y el vientre de otro. Ahora apunten a su pecho. Es más de lo mismo, ¿no es cierto?
Ahora apunten a lo que está encima de su pecho. Apunten a eso desde donde ustedes están mirando. ¿A qué está apuntando su dedo ahora, según la evidencia presente, cuando ustedes dejan de lado la imaginación, el condicionamiento, y se atreven a ser su propia autoridad, y miran a desde donde están viniendo ustedes? ¿A que está apuntando su dedo? ¿Está apuntando a un objeto, a una cosa sólida, pequeña, limitada, semejante a esas otras cosas de ahí fuera, o está apuntando al Espacio que acoge esas cosas de ahí fuera? Mantengan su dedo en esta posición ahora, por favor, y continúen mirando a su dedo, pero sobre todo a lo que su dedo está apuntando. ¿No es a lo que está apuntando sin límites, absolutamente infinito? ¿No es a lo que está apuntando totalmente transparente y sin mácula? ¿Y esta Capacidad sin límites,
sin mácula, no está acogiendo la escena, la habitación, la pared y lo que usted estaba mirando? Debido a que está vacía de la escena, ¿no está ella absolutamente unida con la escena? ¿No está despierta? ¿No está viva para sí misma? ¿Encontrarán ustedes Despertar en algún lugar del mundo excepto Aquí? ¿No es Aquí el sitio de la Consciencia o el Despertar o Yo Soidad? ¿Está en alguna parte excepto Aquí? Ustedes son la autoridad.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Taller 1.14


Ahora, vamos a introducir en esta breve autobiografía un experimento de modo que compartamos esta experiencia. Asegúrense de no mirarme cuando lo hagan.

Taller 1.13


Y entonces pensé: ¡Qué locura! ¡Por Dios, Douglas! ¿Qué pensabas antes de ver esto?
¿Pensabas que estabas atrapado en esa mezcla oscura, húmeda y pegajosa de una bola de carne de unos centímetros de diámetro? ¿Pensabas eso? Vamos, Douglas, tú no pensaste eso nunca, ¿no es cierto? Tú has estado siempre abierto para el mundo. Y, por supuesto, era evidente. Cuando era muy pequeño, yo era así. Yo estaba abierto para el mundo. Después, cuando crecí, hice una cosa mala, estúpida, de mala manera. Para unirme al club humano, acogí a ese pequeño Douglas en el espejo y le amplié, le di la vuelta y le puse sobre mis hombros, lo que ciertamente es imposible, y paseé por el mundo como si hubiera una bola de carne aquí para impedir al mundo entrar. Si tenía a un amigo enfrente de mí, yo decía silentemente: «¡Alto ahí! ¡Yo tengo una cabeza!» Pero yo no tengo una cabeza. Yo no encuentro Aquí absolutamente nada.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Taller 1.12


Entonces percibí algo que voy a compartir con ustedes en los experimentos en un momento.Yo estaba mirando Aquí, tratando de averiguar qué era Aquí, en la raíz, en el centro de este lugar que ocupo. Acontecía que yo estaba en el Himalaya. Yo estaba mirando abajo desde el cielo y las montañas, y en los valles más cercanos podía ver algo de hierba. Aún más cerca vi los pies y la barriga de Douglas. Pero encontré que yo me detenía justo aquí en mi pecho. Encima de mi pecho estaba el Everest. Yo me detenía aquí como Douglas, y era reemplazado por la escena. Advertí simplemente que yo no tenía cabeza. De locos ¿no? Bien, no es enteramente exacto debido a que debería decir que no tenía cabeza Aquí. Naturalmente, tenía cabeza, pero la conservaba a un metro de distancia más o menos en el espejo del baño. Aquí, yo no tenía cabeza, y en lugar de mi cabeza tenía el Kitchunjunga y el Everest.

Taller 1.11


Bien, uno se identifica con cualquiera de estas regiones. La apariencia particular de uno depende de lo lejos que esté el observador. Yo había llegado tan lejos como para comprender esto, pero mi problema seguía ahí, mi timidez morbosa, esas ansiedades absurdas, ridículas y egoístas.

Taller 1.10


Así pues, tanto si ustedes se acercan tanto como puedan a Aquí como si se alejan tanto como sea posible, encontrarán siempre Espacio, con la región humana en medio. Lo que yo soy depende de desde dónde ustedes me estén mirando. De hecho, yo me considero a mí mismo desde todos estos ámbitos. Me siento a mí mismo en estas diversas regiones. A veces me siento solo como Douglas –miserable, viejo, egoísta, pequeño, interesado–. Otras me siento como mi familia. La gente muere por su ciudad. La gente murió por la ciudad de Atenas, ¿no es cierto? La gente muere por su país. Ellos son más su país que su pequeña persona. Y entonces hay veces en las que quiero despojarme de todo, y simplemente cierro mis ojos y digo: «¡Alto ahí, mundo. Basta ya!». Yo me retiro a Quien yo soy justamente Aquí. Yo no tengo nada que ver con ese material externo. De hecho, intrínsecamente, yo soy Nada, Nada consciente de sí misma como Nada.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Taller 1.9


Entonces, al alejarse de Douglas en lugar de acercarse a él, pero mirando aún al lugar donde yo estoy, lo que ustedes verán será esta ciudad aquí. Yendo todavía más lejos, ustedes verán California, después América, después la Tierra, después el Sistema solar, después la galaxia, después la galaxia se reducirá a un punto, y finalmente, espacio prácticamente vacío.

Taller 1.8


Lo que se percibe que yo soy, me decía a mí mismo en aquella época, depende de desde dónde me estén mirando. Decidí que lo que yo soy es una función –disculpen el modo más bien formal de expresar esto– una función de la distancia del observador. En otras palabras, si ustedes me miran desde dos o tres metros de distancia, dicen: «Hola Douglas» debido a que están a la distancia correcta. Ustedes están donde Douglas se muestra, donde ustedes sujetan su cámara para tomar una fotografía de Douglas. Si ustedes se acercan más a mí, evidentemente pierden a Douglas. Yo soy como un mandala o nido de círculos concéntricos, y si ustedes traen su cámara hasta uno de los círculos o regiones más cercanas de las que rodean mi centro, entonces llegan a un lugar donde obtienen una fotografía de un parche de piel, o un ojo, o los labios, que no son exactamente Douglas, ¿no es cierto? Si se acercan más, buscando Quién soy yo real, realmente, este Misterio interior, entonces llegan a regiones donde pueden obtener fotografías de células, moléculas de proteínas gigantes, moléculas más pequeñas y así sucesivamente. Entonces, me aseguran los físicos, la historia es de átomos y partículas. Y ustedes todavía no están Aquí. Los átomos son espacio casi vacío. Dios sabe qué partículas son o dónde están. Ellas son prácticamente nada, ¿no es cierto? ¿Entonces qué hay en el centro, Aquí? Eso es lo que yo estaba buscando. Yo estaba buscando qué hay debajo del electrón. Tenía una pregunta: ¿Qué hay en el centro? No podía ir más allá del electrón. Eso era todo lo lejos que podía llegar. Los quarks no estaban inventados hace sesenta años. Entonces, me aseguran los físicos, la historia es de átomos y partículas. Y ustedes todavía no están Aquí. Los átomos son espacio casi vacío. Dios sabe qué partículas son o dónde están.Ellas son prácticamente nada, ¿no es cierto? ¿Entonces qué hay en el centro, Aquí? Eso es lo que yo estaba buscando. Yo estaba buscando qué hay debajo del electrón. Tenía una pregunta: ¿Qué hay en el centro? No podía ir más allá del electrón. Eso era todo lo lejos que podía llegar. Los quarks no estaban inventados hace sesenta años.

Taller 1.7


Así pues, yo tenía esta baza. Estaba en la India en esa época, buscando Quién soy yo real, real, realmente. Había estado trabajando en este problema algunos meses debido a que en el corazón del corazón del asunto, mi sensación era que nosotros estamos construidos para el amor, somos amor, somos idénticos a lo que Dante llama: «el amor que mueve el sol y las demás estrellas» –que son las palabras finales del Paradiso–. Yo sentía que había un misterio detrás de mi existencia conectado con esta convicción de mi querido padre de que Quien nosotros somos real, real, realmente está vinculado y es incluso idéntico al poder detrás del mundo, que se afirma que es amor auto-dado. Yo sabía que esto era verdadero, ¿pero cómo podía ser?