miércoles, 25 de junio de 2008

Una foto de yo ocurriendo


Dando una vuelta por ahí, me di cuenta de una cosa: NUNCA ME VEO REALMENTE
Bueno, veo parte de mis pies, un trozo de rodilla, mis manos, una pequeñísima porción de mi nariz para lo cual tengo que cruzar los ojos (¿qué ojos?), y poco más. Cuando quiero “hacerme una idea” de mí al completo, recurro a un espejo o a una película, o a mi imaginación. Demasiados filtros.

Pero, ¿de verdad hay alguien ahí? Yo, por poner un ejemplo conocido por mí, no lo sé. De la misma manera que los pelos me crecen solos, la digestión se hace sola y se me renuevan solas las células cada tantos años, es muy factible que la mente me esté pensando sola, es decir, que realmente ahí no haya nadie, un montón de mecanismos funcionando autónomamente en virtud de una especie de pulsión misteriosa.

Si así fuera, mi intervención en “ello” sería nula. Ello ocurre y ya está. No tengo que poner ni quitar nada. Todos mis sentimientos, emociones, pensamientos, percepciones, son parte de todo lo que ocurre. Y ello, quiera yo, o no lo quiera, ocurre solo.

Como decía (lo que quiera que eso quiera decir), dando una vuelta por ahí me sentí (¿quién?) liberado de la terrible tarea de cargar conmigo. Eso se lo dejo a “Ello”.

Y la verdad es que todo sigue su curso como siempre, energía siendo todo el rato, expresiones, manifestaciones, espacio…

Silencio

Pues eso, a seguir disfrutando
por fran rubio